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Vegetarianismo: Un imperativo ético y ecológico

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Vegetarianismo:
Un imperativo ético y ecológico

Conferencia de Francisco Martín en Tailandia e India
DanskEnglishIVU News – Issue 1-96ItalianoRomâna
http://www.ivu.org/spanish/news/1-96/ethical.html


La agresión, competitividad y el materialismo de la vida moderna, así como su carencia de valores éticos y espirituales, han causado daños no sólo a nuestra salud sino también a nuestro medio ambiente. Nuestras vidas y placeres se están volviendo tan artificiales y carentes de sentido como nuestras relaciones sociales y nuestro alimento, porque rehusamos a reconocer que para mantener una mente sana y un cuerpo saludable debemos rechazar todo alimento animal. Mas aún, la producción de estos alimentos es una amenaza creciente para toda estructura de vida en este planeta, ya que daña los complejos y delicados sistemas biológicos de los que toda vida depende y de los que nosotros también dependemos para nuestro sustento y bienestar físico y mental.

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El creciente número de desastres ambientales y las constantes atrocidades éticas y ecológicas cometidas contra los animales, los humanos y la naturaleza son una clara evidencia de que el sistema de creencias comúnmente aceptado, basado en la explotación ilimitada de los organismos vivientes y su entorno, no sólo está moralmente mal sino que es físicamente insostenible. Esto nos llama a una acción determinada e inmediata para detener la destrucción masiva de vida y hábitat que está envenenando la tierra, el aire, y el agua, que está trastornando la armonía de los ecosistemas naturales que amenaza la supervivencia misma de todas las comunidades humanas.

El aire fresco y los alimentos ricos en fibra son tan esenciales para nuestra salud y bienestar como la necesidad de amar, ser amados y ser aceptados por nuestros semejantes. Sólo podremos disfrutar completamente de la vida si desarrollamos nuestro potencial humano y alimentamos nuestras mentes y cuerpos con lo necesario para satisfacer todas nuestras necesidades fisiológicas y espirituales. Debemos asegurar las condiciones ambientales justas para que la vida en este planeta prospere y evolucione, sin obstáculos como la interferencia masiva, contaminación y destrucción, que actualmente son causados por la conducta anormal y depredadora del humano.

Las divisiones irracionales basadas en la nacionalidad, raza, especie o religión causan un sin fin de violencia y conflictos que tradicionalmente han servido de excusa para deshumanizar, satanizar o clasificar arbitrariamente a los seres sensibles como amigo o enemigo, camarada o paria, comestible o no comestible, y en este parámetro otorgarles o privarles de respeto, estatus social y hasta de la vida misma. Dependiendo de si son considerados como amigos, enemigos o esclavos, humanos y no humanos, pueden ser respetados y amados, matados y comidos, intercambiados o descartados. Toda su existencia puede ser categorizada a su antojo, como única y preciosa o sin valor y sin sentido según los conceptos irracionales de la guerra o del cruel abuso implicado en la éticamente absurda y fisiológicamente anormal explotación de los animales para alimento y para la miríada de productos innecesarios y dañinos a la salud obtenidos del sinnúmero de víctimas que sufren y mueren como resultado de la crueldad y avaricia humana.

Sin embargo, aún para el caníbal, la matanza requiere de alguna forma de dispensa religiosa o justificación. La víctima es categorizada como poco menos que humana, sucia, sin valor o de estatus social inferior. Por lo que es claro que la matanza no es un acto humano natural y originalmente debió haber sido una aberración traumática tanto para nuestra especie como para cualquier otro animal carnívoro.

Un creciente número de especies nuevas, exóticas e inclusive genéticamente alteradas están siendo explotadas actualmente, con la ganancia como factor principal. La última moda en occidente es la crianza de avestruces. Su carne y plumas son ofrecidas para tentar los apetitos depravados y demandas frívolas de los consumidores ignorantes e insensibles. La total indiferencia por el bienestar de estos seres sensibles y hermosos demuestran el inexorable deterioro en los valores éticos que degradan la vida humana reduciendo al mundo que nos rodea a un matadero y un basurero.

Cuando la vida es considerada como un producto a comerciar de acuerdo con las fuerzas del mercado, el resultado inevitable es la esclavitud humana. Los adultos y los niños son explotados para satisfacer el mismo mercado internacional que demanda la exterminación de especies enteras como el tigre, el elefante, y el rinoceronte para alimentar el comercio con pedazos de animales muertos que los ignorantes y crédulos son estimulados a dotar con propiedades medicinales imaginarias. En términos humanos, es imposible justificar, ya sea ética o fisiológicamente, la dependencia irracional de la matanza de otros seres para satisfacer los caprichos culinarios de los humanos, ya que ni nuestras mentes ni nuestros cuerpos están adaptados para consumir los restos podridos de los animales masacrados.

Como nosotros, las víctimas de estas matanzas sufren las vicisitudes de la vida y la incertidumbre de la muerte, pero sus vidas no son valoradas por aquellos que no pueden comprender el significado del amor o del respeto por la vida. Por lo tanto, miles de millones de seres sensibles son explotados sin motivo, viviendo y muriendo con temor y miserablemente mientras sus crueles e insensibles ejecutores los preparan para acabar como un producto insalubre para el consumidor, consumidor que prefiere sacrificar su salud y bienestar espiritual para depender de la explotación y muerte de otros, en lugar de disfrutar de buena salud y felicidad mientras defiende el derecho de vida y felicidad de todas las otras criaturas sin hacer distinciones ridículas basadas en la raza, credo o especie.

Para terminar con tanta ignorancia y avaricia, para frenar la locura del bioicidio de otras especies, para preservar la compleja biodiversidad de los bosques tropicales y otros ecosistemas amenazados y para estar en paz con la nuestra y otras especies, debemos apartarnos de nuestro camino actual, que amenaza con destruir no sólo a nosotros mismos sino a todo el planeta y a todos con quienes lo compartimos. Para recobrar nuestro sentido de respeto y compasión, debemos liberarnos del ambiente de egoísmo, de la indiferencia al sufrimiento que distorsiona nuestro verdadero potencial humano, que nos ciega a las crueldades innecesariamente infligidas a un sinnúmero de seres vivientes, de la miseria humana y violencia que proviene de nuestra conducta como falsos e impenitentes depredadores.

Si respetamos la habilidad de la tierra para alimentar a todos los humanos con plantas y frutas diseñadas para nuestro cuerpo, podemos prescindir de la deforestación, desertificación y por consiguiente de la hambruna y guerras territoriales. Si respetamos el derecho de vida y felicidad de todos los habitantes del mundo, humanos y no humanos, debemos prescindir de la esclavitud y de las obscenas matanzas en los mataderos. Entonces y sólo entonces, recobraremos el respeto a nosotros mismos, nuestra compasión y nuestro legítimo lugar en el esquema de las cosas.

Written by justvegetal

noviembre 11, 2008 at 6:11 pm

DECÁLOGO MORAL contra la crueldad con los animales

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DECÁLOGO MORAL
contra la crueldad con los animales


http://www.ivu.org/ave/10moral.html

Creer que somos los únicos individuos que podemos sufrir – y ser perjudicados por la conducta humana- no es más que un prejuicio especista, en el que irracionalmente se ha basado la tradición cultural occidental de falta de consideración a otras especies animales. La capacidad de sufrir física y psíquicamente debe ser la base de respeto que ha de condicionar nuestras relaciones con los demás animales, que no deben estar sujetos a ningún tipo de violencia o crueldad, independientemente de cual sea la especie a la que pertenecen.

Este código moral pretende ser un alegato contra aquellas conductas, muy extendidas en nuestra sociedad, que no respetan este principio ético básico.

1. Contra las corridas de toros.
Debemos acabar con la promoción de las corridas de toros y lograr la abolición de estos espectáculos aberrantes que, en nombre de un supuesto «arte»; representan una doble inmoralidad, porque, además de ser un biocidio -basado en la tortura despiadada de un ser vivo, por diversión-, las leyes que las regulan permiten y exigen que tales espectáculos se realicen de la forma más indigna y cruel con los animales. La tortura de un ser vivo no es arte ni cultura.

2. Contra la experimentación comercial, industrial o militar con animales.
La experimentación animal, en tanto que manifestación extrema de crueldad hacia los animales y componente fundamental de una falsa ciencia, construida sobre el paradigma de una violencia, carente de verdaderos criterios científicos, constituye también un riesgo para nuestra salud y un atentado a los derechos humanos y de los animales. Por lo cual se debe proscribir toda experimentación no científica, ya sea de orden médico–científico, comercial o de cualquier otra naturaleza.

3. Contra la experimentación educativa con animales.
La privación de libertad a los animales y la utilización generalizada de técnicas crueles, con motivos didácticos, como la vivisección -disección de animales vivos-, es inmoral, ya que no hay criterios éticos ni científicos que justifiquen tales actitudes. Por lo tanto, debemos usar métodos no violentos, tales como los medios audiovisuales, modelos y simulaciones por ordenador.

4. y 5. Contra la caza deportiva y comercial y la alimentación cárnica innecesaria.
Atentar contra la vida de los animales para satisfacer los caprichos del paladar u otras falsas necesidades, como vestirse con las pieles de los animales, son distintas manifestaciones discriminatorias de un especismo irracional que consiste en creer que toda la naturaleza está a disposición de la subjetiva voluntad de los seres humanos.

6, 7 y 8. Contra los recintos zoológicos, la cría intensiva de animales de granja y su transporte degradante y cruel.
Mientras continúe la explotación de los animales tenemos el deber moral de no causarles ningún daño con nuestra conducta, permitiéndoles, en todo momento, un entorno digno y la plena libertad de movimiento.

9. Contra las escenas crueles y violentas protagonizadas por animales en cine y televisión y la apología de las mismas.
Debemos promover las actividades culturales, pedagógicas y formativas que fomenten un mayor respeto por los animales, especialmente si van dirigidas a los niños, e impedir y condenar cualquier acto cruel y degradante.

10. Por la penalización de estas prácticas.
Si los principios fundamentales y la supervivencia de toda sociedad civilizada dependen del respeto de unas leyes – recogidas en su Código Penal – que permiten, mediante la garantía del derecho a la vida, la convivencia pacífica ciudadana, la tipificación del delito de crueldad contra los animales en el Código Penal nos permitiría, igualmente, dar el primer paso previo a unas relaciones más armoniosas con ellos.

Si resulta arbitrario mantener que sólo la vida humana tiene valor, sería, por tanto, irracional, no convertir en leyes las máximas de este decálogo moral.

Written by justvegetal

noviembre 11, 2008 at 6:05 pm

Sencillamente Germinados

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Germinados Diversos

Germinados Diversos

de Toronto Vegetarian Association

por Eva Cabaca

Desempolva los viejos tarros de conserva, compra una pequeña estopilla o gasa, y puedes empezar a cultivar tu propio jardín justo encima del banco de tu cocina.

Por lo que se refiere a las semillas, la regla fundamental es que cuanto más pequeñas y ligeras sean las semillas más rápidas y fiables son (sí, existe el riesgo de que se forme moho). Prueba toda clase de granos, lentejas, pequeñas judías, semillas (girasol, alfalfa, fenogreco). Todas ellas deben estar en el máximo estado natural, con cáscara, pero no refinadas o rotas.

Pon las semillas a remojo durante un día, escúrrelas y ponlas en un tarro (1-3 L.), llenando aproximadamente una quinta parte del recipiente. Cubre la boca del tarro con la gasa y una goma elástica e inclínalo suavemente para permitir que las semillas se adhieran a los lados del frasco, sitúalo sobre un ángulo en un cuenco poco profundo para permitir que se escurra y espera que empiece la función. Durante otros 3 a 5 días tu papel será el de cuidador ya que tu jardín en miniatura necesitará un baño de agua de grifo una o dos veces al día para proporcionarle humedad y evitar la formación de mohos. A cambio, tus germinados se desarrollarán hasta los cielos y te permitirán confeccionar una sabrosa y saludable ensalada tan sólo añadiendo aceite de oliva y Tamari o adornando los ingredientes de tu ensalada habitual.

Para entusiastas más serios, aquí hay otra alternativa:

Pan de Germinados

(Similar al pan Manna de las tiendas de dietética)

  • Germinados 2-5 tazas – trigo, kamut, centeno, cebada pelada o lentejas (para varias barras/bollos)
  • Especias, nueces, fruta seca (opcional)
  • Los ingredientes usuales para la masa de pan

Germina tu combinación favorita del modo descrito arriba. Esto requiere entre 2 – 4 días según la textura deseada.

Para realizar el siguiente paso, tú o tu vecino debéis poseer un electrodoméstico de cocina adecuado para moler: el Champion Juicer, un procesador de alimentos de calidad, una licuadora eléctrica de hierba de trigo o una picadora de carne fuerte. A la hora de moler, los germinados deben estar bien escurridos y sólo un poco húmedos (enjuagar 4-5 horas antes).

Los siguientes pasos resultarán familiares para todos los panaderos – amasar (opcional), condimentar (con especias, nueces, fruta seca) y dar forma. Si la mezcla parece demasiado blanda añade un poco de harina de avena recién molida.

Hornear o «secar» las barras a una muy baja temperatura de 200-250ºF durante 2 o 3 horas – queremos conservar lo mejor de la materia viva. No los hagas más gruesos de 1-1/2 pulgadas. Para evitar que se peguen, espolvorea la bandeja con semillas o harina de maíz. Disfrútalos y emplea sabiamente la energía de tus germinados.

Written by justvegetal

noviembre 7, 2008 at 6:04 pm

Bollos Suizos y Caracolas de Pasas

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bollos3Ingredientes:

Para la masa fermento: 100 gramos de harina de espelta blanca, 65 gramos de agua filtrada y un sobrecito de levadura panadera liofilizada.

Para el resto de la masa: 500 gramos de harina blanca de espelta, 50 gramos de aceite de oliva virgen, 50 gramos de fructosa, media cucharadita de sal, 125 gramos de agua filtrada y 125 gramos de licuado de soja.

azúcar de caña para poner por encima en los bollitos

dos puñados de pasas para las caracolas

Elaboración:

Preparamos la masa de fermento con los ingredientes y dejamos reposar hecha una bola en un recipiente profundo y tapado con un paño de cocina hasta que triplique el volumen.

Una vez lista la primera fermentación ponemos en la encimera el resto de la harina en forma de volcán y dentro del cráter añadimos la sal, la fructosa, el aceite y poco a poco amasando con las manos el agua y el licuado de soja. Amasamos hasta conseguir una pasta homogénea que no se pega en los dedos. Dejamos reposar en lugar cálido, dentro de un recipiente profundo porque aumenta mucho y siempre tapado con paño, durante una hora.

Dividimos la bola en dos partes iguales. Con una hacemos 8 bolas que aplastamos con la mano hasta grosor de 2 centímetros, colocamos en una placa de horno y hacemos una hendidura longitudinal en el centro, espolvoreamos de azúcar de caña. Con la otra parte  haremos las caracolas, para ello extendemos la masa hasta conseguir un rectángulo de unos 2 centímetros de grosor, repartimos las pasas incrustándolas levemente por toda la superficie y enroscamos como si fuera un brazo de gitano. Después cortamos 8 lonchas de unos 3 centímetros y las vamos colocando sobre una placa de horno.

Dejamos reposar los bollos y caracolas tapados con paño en lugar cálido durante una media hora. Pincelamos con licuado de soja e introducimos en horno caliente a 200 grados durante 20 minutos, o hasta que estén dorados.

Thermomix:

Podemos con el robot facilitar los procesos de amasado, seguir las instrucciones como en las recetas de panes.